GRANADA, FRUTA SOÑADA POR MÍ.
Ha sido un año duro. Está siendo un año duro. Ni el clima ni
yo estamos siendo capaces de cuidar un poco del campo, ....pienso.
Pero siempre que
necesito dar un paseo sola, la naturaleza es capaz de aportar una buena carga de
energía y salud, simplemente respirando, observando, oliendo…..
La sequía ha sido implacable, han muerto incluso olivos y
almendros a nuestro alrededor durante este verano. Demasiado calor, demasiada poca
humedad, ni una gota de agua prácticamente desde noviembre del año pasado.
Hace pocos días fuimos a dar una vuelta hacia un
recodo escondido en un pequeño barranco detrás de la casa. Allí crece un
milagroso oasis, regado por un abundante manantial subterráneo. Agua
atesorada por las entrañas de las rocas calizas. Algo extraño en esta geografía
desértica. Hemos descubierto una muralla de zarzas recién levantada tras las
últimas lluvias, invadiendo verdes y rebosantes granados vencidos por el peso
de sus frutos. Y hemos descargado kilos y kilos de sus maravillosos frutos para
hacer buenos zumos y regalar a los amigos.
Qué poco hemos cuidado el campo este año, y cuanto es capaz
de ofrecernos a cambio de nada.
Brindando con un gran zumo de granadas y la fruta preferida
de Silvestre recién servida.
Salud!