Para una cena de encuentro entre ambas nacionalidades, española y chilena, la idea del cliente fue crear pequeños detalles florales con los colores de sus banderas (rojo, azul, blanco y amarillo), con el fin de que cada invitado pudiese llevárselo al finalizar, como obsequio y recuerdo del evento.
Ello permitió distribuir cada pequeño arreglo cómodamente, según las configuración de cada mesa. Junto a cada comensal en las de disposición lineal, y agrupados formando un volumen mayor en la mesa redonda principal.
Me encantó el efecto de la textura y color al colocarlos todos juntos en una gran caja para su transporte!